Por suerte para todos, la medicina avanza a pasos agigantados, y lo que hoy en día es una realidad, hace no muchos años nos parecería ciencia ficción. Una de las técnicas médicas más innovadoras y eficientes a la hora de tratar patologías del sistema digestivo es la cirugía laparoscópica. Este tipo de intervención ofrece una alternativa menos lesiva y más precisa en comparación con los procedimientos quirúrgicos tradicionales.
El Dr. Alberto Parajó, cirujano que ofrece sus servicios en Vigo y Ourense, está especializado en su uso. Si quiere saber cómo funciona y cuáles son sus principales beneficios, siga leyendo con nosotros.
¿En qué consiste la cirugía laparoscópica?
La cirugía laparoscópica es un procedimiento médico mínimamente invasivo que utiliza pequeñas incisiones en la cavidad abdominal (aproximadamente de entre 0,5 y 1 cm) para llevar a cabo diferentes operaciones relacionadas con el sistema digestivo.
Consiste en introducir un instrumento tubular muy delgado con una cámara especial y otros dispositivos quirúrgicos a través de estos pequeños cortes. La cámara (llamada laparoscopio, de ahí el nombre), permite al especialista visualizar el área de operación en un monitor, gracias a la transmisión de imágenes de alta calidad a los monitores de vídeo que se encuentran en el quirófano. En otra de las incisiones se introduce gas dióxido de carbono (CO2) con el objetivo de expandir la cavidad abdominal para facilitar la maniobra y la visibilidad.
Este tipo de cirugía es empleada en múltiples aplicaciones, desde la extirpación de órganos hasta reparación de tejidos internos, aprovechando la tecnología para minimizar el impacto en el paciente.
Ventajas de la cirugía laparoscópica
· Menos cicatrices visibles. La cirugía laparoscópica se realiza a través de pequeñas incisiones, lo que resulta en cicatrices casi imperceptibles y menos evidentes en comparación con las incisiones más grandes requeridas en la cirugía abierta.
· Recuperación más rápida. El postoperatorio tras una cirugía laparoscópica es mucho más rápido y prácticamente indoloro. A los pocos días el paciente podrá volver hacer su vida normal.
· Menor riesgo de infección. Dado que las incisiones son más pequeñas, hay menos exposición de los tejidos internos al entorno externo, lo que reduce el riesgo de que la zona se contamine.
· Mayor precisión. Como ya hemos dicho, la laparoscopia permite a los cirujanos tener una visión ampliada y detallada del área de operación a través de una cámara insertada en el cuerpo, lo que facilita la realización de procedimientos sumamente precisos.
· Reducción del riesgo de complicaciones. Debido a la naturaleza menos invasiva de la cirugía laparoscópica, hay un menor riesgo de complicaciones a medio plazo, como hernias incisionales o problemas relacionados con la cicatrización de heridas.
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