El aparato digestivo es una parte fundamental de nuestro organismo, encargado de procesar los alimentos y absorber los nutrientes necesarios para nuestro funcionamiento. Sin embargo, durante los meses de verano, es común observar un aumento en las enfermedades digestivas. Desde la clínica Dr. Alberto Parajó, su cirujano de confianza en Ourense y Vigo, le contamos al detalle algunas razones por las que el aparato digestivo puede sufrir más enfermedades en esta época del año:
- Cambios en la alimentación: Durante el verano, es habitual que se produzcan cambios en nuestra alimentación. Consumimos más alimentos crudos, ensaladas, mariscos, frutas frescas y alimentos preparados al aire libre. Estos cambios pueden aumentar el riesgo de intoxicaciones alimentarias y enfermedades como la salmonelosis o la gastroenteritis viral.
- Mayor ingesta de alimentos grasos y pesados: Durante las vacaciones, es común que nos permitamos ciertos excesos en la alimentación, como consumir comidas rápidas, alimentos fritos o ricos en grasas. Estos alimentos pueden provocar trastornos digestivos como la indigestión, la acidez estomacal o la diarrea.
- Desórdenes alimentarios en los viajes: Durante los viajes de verano, es posible que se rompa nuestra rutina habitual de alimentación. Cambios en los horarios de las comidas, comidas rápidas en la carretera o en restaurantes de dudosa calidad pueden afectar la salud digestiva.
- Exposición al calor: Durante los meses más cálidos, es común exponernos al calor intenso, lo que puede desencadenar deshidratación y problemas en el sistema digestivo, como el estreñimiento.
- Consumo excesivo de alcohol: Durante el verano, es frecuente el consumo de bebidas alcohólicas, como cerveza, vino o cócteles. El consumo excesivo de alcohol puede irritar la mucosa gástrica y causar trastornos digestivos como la gastritis o la pancreatitis.
- Mayor exposición a bacterias y parásitos: Durante las actividades al aire libre, como barbacoas, picnics o comer en lugares públicos, existe un mayor riesgo de entrar en contacto con bacterias y parásitos presentes en los alimentos o en el entorno, lo que aumenta la probabilidad de desarrollar enfermedades digestivas.
- Estrés y cambios en los ritmos de vida: Durante las vacaciones, es común experimentar cambios en los ritmos de vida, así como situaciones de estrés relacionadas con la organización de los viajes o el ajuste a nuevos horarios. El estrés puede afectar directamente al aparato digestivo, provocando síntomas como la acidez, el malestar estomacal o los trastornos intestinales.
Debemos observar estas razones y tomar medidas preventivas para cuidar nuestra salud digestiva durante el verano. Mantener una alimentación equilibrada y variada, evitar el consumo excesivo de alcohol y grasas, beber suficiente agua para mantenernos hidratados, lavar adecuadamente los alimentos antes de consumirlos y tomar descansos adecuados para reducir el estrés, pueden resultar de gran ayuda.
Si experimenta síntomas persistentes o preocupantes relacionados con su actividad estomacal y digestiva, no dude en contactar con Dr. Alberto Parajó, su cirujano de confianza en Ourense y Vigo. Le esperamos.